viernes, 22 de enero de 2016

LA CONDICION PARA SALVARNOS Venezuela al garete y carajo maburrista, por Robert Gilles








Venezuela se encuentra en la quiebra. El origen del mal es el modelo socialista que se ha impuesto y que nos ha enviado al fondo del pozo, sin que exista al menos la previsión de una rectificación por parte de maduro. La crisis económica es algo más que severa que no tiene punto de comparación a las anteriores crisis de nuestra historia contemporánea, si acaso es que podemos referir como símil a la Venezuela que sobrevivió la guerra de independencia y tras la cual todo había quedado devastado.
El venezolano ahora mismo, o quizá desde siempre, es su propio enemigo por la tradicional apatía y conformismo que nos ha estancado siempre en las crisis (podremos recordar al caracazo que sucedió por una crisis mucho menor a la que está sucediendo), sumado a ello está el Estado, de naturaleza hartamente fallida, que no es más que un club de enajenados mentales, corruptos, incompetentes y despiadados que están aferrados a resucitar un modelo socialista que siempre habrá de fracasar. Es así que al fracasar los diversos proyectos, como el Plan de Siembra Petrolera para citar uno del montón, el régimen se ha encontrado tan debilitado ante esta crisis que ni siquiera tiene la más mínima capacidad, de verdad, de salir de este laberinto en el que se encuentra todo el país. Y es esto lo que debemos aceptar sin medias tintas para entender que la salida no es un plan de emergencia económica sino una honda reforma política y macroeconómica que tiene por piedra angular la salida de maduro y todo lo que él implica.











De esto y de todo lo visto es fácil deducir que no existe la posibilidad de rectificación por parte de Maduro, prueba de ello es la entronización del nefasto ministro de economía que es un ser atrapado en la ideología que nos ha conducido al desastre. Tampoco habrá solución con el decreto de emergencia económica dictado y que espera la eventual aprobación o veto de la Asamblea Nacional. Si el parlamento avalara este decreto se convalidaría todo lo que ha sido en estos diecisiete años: el desmantelamiento del aparato productivo, el robo de las empresas, el asfixiante control cambiario, el empeño nefasto de seguir dependiendo de la producción petrolera y el afianzamiento del modelo de economía comunal del cual ya hemos visto su estrepitoso fracaso.
Este difícil camino de diecisiete años nos deja como lección que no podemos como sociedad seguir optando por los cómodos caminos de los demagogos y de los populistas que prometen esa redención social definitiva sacrificando el bienestar general para procurar un hombre nuevo y una sociedad nueva y libre por medio del totalitarismo. La única redención será posible si los venezolanos aprendemos a saltar en la piscina llena y no en la vacía, que es lo que ocurrió en 1998 cuando elegimos al destructor creyendo que habíamos olvidado nadar y cuando saltamos no nos dimos cuenta que la piscina estaba era vacía y que habíamos quedado atrapados en esta funesta revolución. A esa piscina sólo hacía falta llenarla con esfuerzo y fe.
La revolución sólo ha dejado los escombros de Venezuela y es unidos, sin vacilaciones, que debemos iniciar la tarea de reconstruirla. No reconstruiremos al país con decretos que sólo afianzan el modelo. Lo reconstruiremos sí abriéndole las puertas al futuro con la alternativa de un nuevo proyecto.
La salida de Maduro es la conditio sine qua non para que Venezuela avizore futuro y tenga una esperanza de recuperación económica.  Si no salimos de maduro no vamos a salvarnos de este trágico naufragio nacional. 
Robert Gilles Redondo







No hay comentarios:

Publicar un comentario