viernes, 4 de enero de 2013

SI EL DEMONIO NO EXISTE, EL MUNDO ES COJONUDO Y DE P.M., Y NO HACE FALTA REDENTOR Dios ENCARNADO (XXXIII)


UNA PSIQUIATRADA ENGAÑADA POR EL LISTO DE LOS LISTOS

Al negar la actuación actual de Satanás, niegan la Palabra de Dios: si realmente siguieran al Espíritu Santo, debieran considerarla inspirada por el Espíritu Santo, es decir, infalible, sin error.

El mayor éxito del Diablo es hacer creer que no existe, que no actúa buscando nuestra perdición.

Para estos herejes dentro de la Iglesia, el Diablo es sólo un término que significa "división" y los demonios que expulsó Jesús no eran más que enfermedades y en especial epilepsia. 

No entienden que al negar una verdad de fe, se niega toda la fe, porque el concepto de unidad de fe implica que nuestra fe es como un castillo de naipes: si se quita uno, se cae todo el edificio.

Negar la existencia de Satanás es negar la Sagrada Escritura y negar casi toda nuestra fe:

- La Bondad de Dios: si no hay Satanás, ¿quién es el tentador? ¿de dónde surge el mal?

- La existencia de ángeles, tanto buenos como malos

- El poder de los ángeles en nuestra realidad, tanto bueno como malos

- El pecado: si no hay tentador, para ellos el pecado es simplemente debilidad

- La libertad: según ellos "mi pecado es consecuencia de la debilidad inducida por los apetitos de mi cuerpo"

- La responsabilidad: "no es culpa mía la debilidad", sino que sería del Creador que permitiría esa debilidad original (pecado original), en definitiva, todo es culpa de Dios

- El pecado original: si no hay Satanás, ¿quién tentó a Adán y Eva?

- La justicia original: "la debilidad proviene del origen, el hombre siempre fue débil por su naturaleza animal, no hubo pecado original, porque no hubo tentador, es más, ni siquiera nos consta que existieron Adán y Eva ¿acaso no está demostrada la teoría de la evolución?"

- Bautismo: no ven la necesidad, ni la urgencia, en bautizar a los niños apenas salgan del Hospital, porque no creen que nacen encadenados, esclavos de Satanás, hijos de la Serpiente, con poder de dañarles física y espiritualmente.




- El infierno: si no ángeles caídos, no hay infierno donde caer. Si no hay pecado, tampoco hay necesidad de castigo.

- El pecado mortal: "que haya más o menos debilidad, no justifica merecer el infierno por toda la eternidad".

- Oración: no ven la necesidad de seguir el consejo de Jesús, "orad para no caer en la tentación" porque "el pecado es mera debilidad", y por ende, debiera bastar imponer la voluntad sobre el cuerpo, sin darse cuenta de que le han dado al demonio poder sobre sí mismos al pecar anteriormente y al consentir la tentación.

- Oración al ángel de la guarda propio y ajenos, a los arcángeles, a los ángeles de cada entidad (parroquia, diócesis, país, etc.).

- Misa: dado que el pecado es debilidad, no hay necesidad de sacrificio propiciatorio en reparación por los pecados. Al igual que los protestantes, la Misa pierde el sentido sacrificial donde inmolamos realmente en la Cruz a Dios Hijo ofrecido como víctima propiciatoria a Dios Padre en el amor del Espíritu Santo.

- Confesión sacramental: ya no se confiesan, o cada vez lo hacen menos, porque dado que "el pecado es por debilidad", y no soberbia, no lo ven como una herida en el alma que necesita ser sanada en la humildad y Verdad. Tampoco ven la unción y coraza protectora que da ese sacramento para los nuevos ataques que intentará Satanás.

- Unción de los enfermos: al negar la existencia de los demonios, no ven la importancia de contar con la coraza de los Sacramentos, en especial en la hora de nuestra muerte, cuando Satanás mismo, no fiándose de sus secuaces, busca llevarse el alma al infierno, tentándola con todo su poder, incluso con tentaciones de las que el moribundo ya se arrepintió (por ejemplo, apareciéndose como la persona que deseó lujuriosamente).

- Sacramentales (agua bendita, reliquias, bendiciones, etc.): al no existir seres espirituales (ángeles), no habría necesidad de emplear medios espirituales porque no habría guerra espiritual alguna. 




- El poder satánico posibilitado y aumentado por el pecado (en especial el mortal), las "consagraciones" a Satanás, los maleficios y hechizos (por ejemplo los que figuran en Harry Potter y otros programas con "magia"), el hipnotismo, las drogas, los juegos (ouija, juegos de rol, etc.), el rock heavy y ciertas "canciones", los mensajes subliminales, las "misas" negras, ciertos tatuajes, etc.

- Seguidores de Satanás: "no tienen poder quien sigue a alguien que no existe."

- La necesidad de proteger al Santísimo Sacramento de los sacrilegios y profanaciones que posibilita dar la comunión en la mano, sin la reverencia que manda la Iglesia (Redemptionis Sacramentum, Misal) y sin decir Amén (que ayudaría a distinguir malas intenciones porque al satánico le sería difícil o imposible decir Amén al escuchar que es el Cuerpo de Cristo) y sin comulgar delante del Sacerdote.

- El plan de Satanás de "construir" su ciudad metafísica, su cuerpo metafísico, la Gran Ramera, formada por todos los des-graciados (sin Gracia Santificante).

En definitiva, quien no creen en la existencia de Satanás, es un hereje que no en realidad, por más que se diga Cristiano, no cree en el verdadero Dios, ni en los medios que puso para que nos salvemos.   ENVIOS IESVS.ORG



en esta ramerizada, los exorcistas son folklóricos de show, mascotas mediáticas

1 comentario:

  1. Uno de los frutos del laicismo -que no es otra cosa que la laicidad mal entendida- es justamente el bajar la guardia frente a toda esa realidad maléfica y satánica, que existe, ciertamente, más en la medida en que uno se aleja del Evangelio.

    Debilidad de la fe de nuestro tiempo... Enorme.

    ResponderEliminar