lunes, 26 de marzo de 2012

Semejanza y aprendizaje de Fidel Castro con Adolf Hitler y Benito Mussolini, HISTORIA FASCISTA CARIBEÑA s.XX.





Los tres comenzaron sus carreras políticas como hombres de izquierda. Hitler se definía a sí mismo como socialista, la bandera de su partido era roja y decretó el 1 de Mayo como día feriado. Odiaba a la burguesía y consideraba que el fascismo y el comunismo eran la misma cosa. El partido nazi fue fundado (1919) con el nombre de Partido de los Trabajadores Alemanes (DAP). La propia palabra nazi era la abreviatura del vocablo alemán “Nationalsozialismus”.

Mussolini, llamado Benito por su padre (un socialista) en honor a Benito Juárez, se inició como líder socialista simpatizante de Carlos Marx. Era un agitador revolucionario que movilizaba a los trabajadores en contra del orden “burgués”. En 1910 dirigió el semanario La Lotta di Classe y en 1913 fundó una revista llamada Utopía.

El don de la palabra fácil y electrizante y un gran carisma personal fue una ventaja de la que gozaron los tres, que a la vez padecieron por igual de narcisismo y de una enfermiza afición por escucharse a sí mismos.  Como excepcionales oradores, fueron aclamados como dioses terrenales y convencían a las “masas” de que lo blanco era negro, y viceversa. Los discursos de Hitler eran ovacionados por multitudes que lloraban de emoción. Algunas mujeres se desmayaban de la emoción. Por eso obtuvo 13 millones de votos en las elecciones de 1933.

Resulta asombroso ver en documentales de la época, algunos realizados por Leni Riefenstahl, la documentalista personal de Hitler, el gran parecido de Castro con el líder nazi al hablar en actos multitudinarios con el mismo tono agresivo y grandilocuente, y con las poses histriónicas y los gestos de Mussolini, cosa que se puede apreciar en el documental el fascismo corriente (1964), que el cineasta soviético Mijail Romm realizó a partir de materiales de archivo.







Por ejemplo, Mussolini, creador del fascismo, fue uno de los mentores ideológicos del Fuhrer al crear en 1919 los “Fasci Italiani di Combattimento”, grupos armados que luego constituyeron el Partido Nacional Fascista de Italia, en 1920, cuatro años antes de que el “cabo Adolf” plasmara su filosofía fascista en Mein Kampf (Mi lucha).

En su obra, Hitler repite conceptos del Duce italiano y escribe que el futuro “Estado nacionalsocialista ha de desarrollar una política orientada hacia la justicia social, creando la organización social del trabajo”.

Fidel Castro en julio de 1953 dirigió el asalto a una fortaleza militar cubana, para capturar armas, derrocar al dictador Fulgencio Batista y llegar al poder. El mal organizado ataque fracasó y a su jefe lo encarcelaron.
Por cierto, casi nadie en Cuba sabe que a principios de los años 50 Castro visitó dos veces al general Batista en su finca Cuquine y lo alentó a que diera un golpe de Estado. Los encuentros los solicitó Fidel y fueron logrados gracias al cuñado de Castro, el político Rafael Díaz-Balart, quien estuvo presente y comentó luego que los dos personajes se tuvieron mutua admiración.

Castro, con su pasado gangsteril universitario, al parecer estaba consciente de que por la vía electoral nunca llegaría al poder y alentaba un golpe militar para rebelarse y tomar el poder por la vía armada. En el juicio por el asalto a la instalación militar, Castro terminó con una poética frase: “Condenadme, no importa, la historia me absolverá”. Y ese fue el título que le puso al programa político y social que escribió en la cómoda y breve prisión que le tocó.

Pero muy pocos en la isla conocen que 30 años antes, para derrrocar primero al gobierno del estado de Bavaria y luego el de toda Alemania, Hitler asaltó el Ministerio de Guerra en Munich, el 9 de noviembre de 1923. El asalto fracasó y en el juicio que le siguieron dijo:  "aún cuando los jueces de este Estado puedan condenar nuestra acción, la historia, diosa de la verdad y de la ley, habrá de sonreír cuando anule el veredicto de este juicio y me declare libre de culpas". Luego, en su prisión de nueve meses en la fortaleza de Landsberg, Hitler escribió su programa político e ideológico (Mein Kampf).






¿Pura casualidad? Quizás no tanto. El sacerdote jesuita Armando Llorente, profesor, mentor y amigo de Fidel en el Colegio de Belén, quien con 94 años fue entrevistado en Miami el año pasado (entrevista que reproduce el semanario elveraz.com), cuenta que Fidel pidió en la bibloteca del colegio el libro de Hitler, el cual impresionó mucho al joven.

"Estudiaba y leía mucho, con especial predilección libros sobre los conquistadores españoles y escritos de los líderes del nazismo y del fascismo, como Hitler, Mussolini y José Antonio Primo de Rivera”, explicó el prelado español al periodista. El religioso añadió: "(Fidel) cantó conmigo el "Cara al sol" veinte mil veces y con el brazo en alto". "Cara al sol” era el himno de la Falange Española, el partido fascista. Su letra se le atribuye al fundador y líder del partido, José Antonio Primo de Rivera, fusilado en 1936.

En diciembre de 1958 el padre Llorente logró llegar a la Sierra Maestra, haciéndose pasar por ganadero, para entrevistarse con su ex alumno, a quien le preguntó si la revolución era comunista y éste le respondió:

"¡Padre, de dónde voy a sacar el comunismo si mi padre es más franquista que usted!".



ataque de las brigadas nazi-castristas a un opositor. Aparte de Alan Gross.



El Führer llamó gusanos a los judíos, para presentarlos como gentuza a la que se podía borrar de la faz de la Tierra, o avasallar. Fidel Castro bautizó como gusanos a quienes no estaban de acuerdo con él, y los presentaba como “enemigos vendidos al imperio” que se podían humillar, expulsar del trabajo, despojar de sus propiedades, encarcelar, o fusilar.

La creación de bandas paramilitares de fanáticos es otro denominador común. Il Duce creó las camisas negras, cientos de miles de jóvenes con los que entró en Roma y tomó el poder el 30 de octubre de 1922. Hitler organizó las camisas pardas, convertidas luego en genocidas tropas de asalto.

Fidel Castro organizó las Milicias Nacionales Revolucionarias, 20 años después las Milicias de Tropas Territoriales (MTT), y por último las Brigadas de Respuesta Rápida, sin uniforme para que parezcan civiles, que son las bandas paramilitares que hoy envía el Partido Comunista a reprimir a golpes cualquier amago de protesta pacífica (ACTOS DE REPUDIO). Pero Castro fue más lejos: creó los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), organización represiva a nivel de cuadra (espacio de 100 metros en los barrios cubanos) que establece que una mitad de la población vigile a la otra mitad y las dos juntas informen a la Policía sobre lo que hace cada ciudadano.

EXTRACTO DE ARTICULO DE ROBERTO ÁLVAREZ QUIÑONES EN CONTACTO MAGAZINE WEB







INDIGNADO CUBANO, MÁS SOLO QUE LA UNA. La máquina lavanadora cerebral endemoniada castrista es la más potente.



1 comentario:

  1. Detrás de cada comunista hay un oportunista.

    Detrás de cada oportunista hay un comunista. Los Castros no fueron, no son y no serán la excepción. Que equivocados estaban esos infamenes que crearon ese engendro llamado marxismo, como atreverse decir que " la religión es el opio de los pueblos".

    No señores oportunistas, la religión no es el opio de los pueblos, son sus políticos demagogos, y sus gobiernos e instituciones corruptas. EN FORO CUBANET.ORG

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